"Mientras nuestra alma y nuestra personalidad están en buena armonía, todo es paz y alegría, felicidad y salud. Cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por el alma, surge el conflicto. Ésta problemática es la raiz, causa de enfermedades y de infelicidad. No importa cuál sea nuestro trabajo en el mundo, mientras lo hagamos según los dictados del alma, todo está bien. Y podemos además descansar seguros que cualquiera sea la posición en que nos encontremos, allí estarán presentes las lecciones y experiencias necesarias para ese momento de nuestra evolución que nos proporcionará las mayores ventajas en el desarrollo de nuestro Ser. Nuestra visión de la vida depende de lo cerca que se encuentre la personalidad al alma. Cuanto más íntima sea la unión, mayor será la armonía y la paz, y más claramente brillará la luz de la verdad ".
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